El restaurante preferido de Pedro Sánchez, el líder del PSOE aficionado al NO, se encuentra en el Callejón de Jorge Juan, en el madrileño barrio de Salamanca. Como viene siendo habitual siempre que nos acercamos a un restaurante de la zona, salimos muy defraudados.
NO es un restaurante caro, decorado con extraños frescos que te recuerdan que eres culpable de las desgracias que ocurren en el mundo, con una carta pretenciosa en donde podrás encontrar platos con nombres larguísimos pero que cuando llegan a la mesa se quedan casi en nada.
La ración de jamón queda no sólo corta, sino cortísima.
El pulpo asado con tabulé de quinoa y vinagreta de cítricos se reduce a dos trozos decorados con canónigos y algo que se parece al cus cus.
La Suprema de pollo de corral asada al horno con tomillo y limón acompañada de parrillada de verduras ecológicas en este caso se queda en tres trozos sosos a los que se les ha olvidado el tomillo y se le ha colocado un rodaja de limón como si fuera un vaso de coca cola.
El solomillo de vaca con su guarnición y salsa de tinto resulta ser mínimo, no vaya a ser que el comensal vaya a engordar.
¿A cuánto ha ascendido la cuenta?
A noventa euros del ala. Pero ojo, sin vino y sin postre pues en cuanto entramos nos dimos cuenta que nos iban a sacar un ojo de la cara.
En fin, si estás a dieta y quieres tirar tu dinero, ve a cenar a NO. En caso contrario hay muchos restaurantes de mejor calidad y mejor precio.